Reto Módulo 2: Sobre Mª Luisa Caturla

Para la realización de este reto he decidido escoger una figura de gran relevancia dentro de mi ámbito, la Historia del Arte española, que todavía no ha sido suficientemente puesta en valor: María Luisa Caturla. Si bien es cierto que en los últimos años -y afortunadamente- instituciones como el Ministerio de Cultura o el Museo Nacional de Escultura han indagado en su figura y su trayectoria, su nombre todavía no aparece citado, ni remotamente, a la misma altura de figuras masculinas referente del arte y el pensamiento de su época, tales como José Ortega y Gasset o Manuel Bartolomé Cossío. Desde que empecé a oír referencias de ella me sorprendió, además de su extraordinaria vitalidad y las múltiples facetas de su obra, lo audaz y original de muchos de los enfoques con los que aborda temas de la Historia del Arte ampliamente estudiados por sus compañeros masculinos, atreviéndose a aportar una renovación en maneras de mirar y enfoques transversales, tan importantes para esta disciplina. 

 

María Luisa nació en 1888 en San Gervasio de Cassolas, Barcelona, en el seno de una familia acomodada germano-española, dedicada a la empresa. Gracias a esta circunstancia recibió una amplia educación, sobre todo en Alemania, y pudo recorrer Europa, ambos hechos fundamentales para entender la amplitud de su pensamiento y su trabajo. Además, su matrimonio con Kuno Kocherthaler y su maternidad no le impidió estar presente en los eventos culturales más destacados de las dos primeras décadas del siglo XX, estableciendo contactos con figuras como José María de Cossío, Aureliano de Beruete, Ignacio Zuloaga y, sobre todo, José Ortega y Gasset. A su producción escrita sobre temas como el gótico flamígero, la pintura española del siglo XVII, El Greco o Zurbarán, se le añade antes de la Guerra Civil una notable labor docente tanto en el ámbito universitario como vinculada a la Institución Libre de Enseñanza. El franquismo no detuvo su labor, publicando en 1944 su obra más importante, Arte de épocas inciertas. Hasta su muerte en 1984, mantuvo una prolija actividad investigadora y un número notable de reconocimientos que, sin embargo, no han conseguido que se le incluya entre los grandes nombres de la Historia del Arte en España.

A continuación, intento resumir los motivos por los que creo necesaria la puesta en valor de esta figura: Por un lado, su trayectoria vital me parece un ejemplo que conjuga investigación rigurosa y curiosidad intelectual. Si bien es cierto que debe lo extraordinario de su bagaje a la posición social en la que nació, Mª Luisa Caturla supo aprovechar, en mi opinión, esta circunstancia, para desarrollar una labor similar a la de un hombre en una época nada fácil para las mujeres, por muy acomodada que fuera su posición. No dejó de trabajar ni siquiera bajo una dictadura especialmente restrictiva con el rol femenino, tratando de vincularse siempre a la docencia, a la transmisión de conocimientos (especialmente a mujeres, cuando las circunstancias lo permitieron) más allá de la mera producción escrita. Si bien, que yo sepa, ninguno de sus escritos reivindica explícitamente el papel de las mujeres en la esfera intelectual, creo que su trayectoria vital demuestra sobradamente su posición al respecto en el terreno de la igualdad. Por otro lado, aporta a la Historia del Arte, como ya he mencionado en la introducción, un enfoque insólito. Es decir, merece ser reconocida no sólo por ser mujer historiadora del arte en un momento en el que casi ninguna podía optar a ello, sino también por su aportación teórica al estudio de la filiación de motivos e imágenes a lo largo de las diversas épocas, sabiendo ir más allá de los cánones y las visiones que imperaban en el momento, segmentadas por estilos y escuelas. Este enfoque transversal e interdisciplinar es bastante usual en el momento contemporáneo, pero no en su época. Esto me lleva a preguntarme cuáles serían sus intereses en el momento actual, cómo integraría los avances en la investigación de artistas mujeres presentes en la Historia del Arte en su trabajo. A pesar de que no se puede pasar de la hipótesis en este terreno, creo que las preguntas que se podrían plantear a su obra son apasionantes.

Como fuentes fundamentales he utilizado la exposición virtual "Arte de épocas inciertas. María Luisa Caturla", realizada por el Museo Nacional de Escultura durante la pandemia; la entrada perteneciente a esta autora en la enciclopedia del Museo del Prado, así como las biografías que le dedican la web de la Real Academia de la Historia y el Ministerio de Cultura.